Uno de
cada cuatro personas en el mundo sufrirá un accidente cerebrovascular (ACV) a
lo largo de su vida, según la Organización Mundial de la Salud. En Chile, esta
enfermedad continúa siendo una de las principales causas de muerte en el país.
De
acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, durante 2024 se registraron
15.914 casos de altas por enfermedad cerebrovascular en todo el país, de
los cuales 1.146 corresponden a la Región del Maule y 455 al Hospital
de Curicó. En lo que va de 2025, 368
personas ingresaron al establecimiento con este diagnóstico, lo que
representa una cifra cercana a la totalidad de casos del año anterior, por lo
que la detección y prevención son fundamentales para evitar la enfermedad.
La
doctora Paola Rivas Valdés, neuróloga y jefa de la Unidad de Neurología del
Hospital de Curicó, explicó que la enfermedad cerebrovascular, también conocida
como ACV, es una emergencia neurológica que ocurre cuando se interrumpe
el flujo sanguíneo hacia el cerebro, ya sea por un infarto (isquemia) o
por hemorragia cerebral. “Los síntomas suelen aparecer de manera
brusca y se manifiestan con dificultad para hablar, pérdida de simetría facial
y debilidad en alguna de las extremidades. Ante cualquiera de estos signos, se
debe acudir de inmediato al servicio de urgencia, porque el tiempo es
determinante para salvar la vida y evitar secuelas”.
También
explicó que, existe un tratamiento llamado trombólisis, el cual permite disminuir
la progresión del infarto y restaurar el flujo sanguíneo, pero solo puede
aplicarse dentro de las primeras 4,5 horas desde el inicio de los síntomas,
por lo que actuar rápido es fundamental. En materia de prevención, la neuróloga
advirtió que el 57% de los casos de ACV están asociados a hipertensión
arterial, según datos de la Asociación Internacional de Accidentes
Cerebrovasculares, lo que refuerza la importancia de los controles de salud y
del seguimiento en los programas cardiovasculares de los centros de salud
Controlar
la presión arterial, dejar de fumar, evitar el consumo excesivo de alcohol,
mantener una dieta saludable, dormir entre siete y ocho horas diarias y
realizar actividad física frecuente son medidas efectivas para prevenir esta
enfermedad. El Hospital de Curicó cuenta con un equipo multidisciplinario de
rehabilitación, compuesto por fisiatras, kinesiólogos, terapeutas
ocupacionales y fonoaudiólogos, dedicado a la recuperación de pacientes con
secuelas moderadas.
La doctora Rivas finalizó
haciendo un llamado a la comunidad a involucrarse en el autocuidado y la
detección oportuna. “El accidente cerebrovascular no sólo afecta a quien lo
padece, sino también a su entorno familiar. Prevenirlo tiene mucho que ver con
la responsabilidad individual y con promover hábitos saludables que reduzcan
los factores de riesgo. Reconocer los síntomas a tiempo puede salvar una vida”.